Que es el ego, qué tipos existen y cuáles son sus efectos son algunas de las cuestiones que hoy quiero compartir contigo.
Puede que no sepas exactamente que es el ego, pero sin duda ya le conoces.

¿Tienes una voz en tu cabeza que te hace sentir culpable o te hace pensar que todo es sufrimiento? O por el contrario… ¿Tienes una voz que te hace pensar que eres único, especial y que no tienes nada que ver con los demás? A esa voz le llamamos EGO. 

 

 

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• Las 8 áreas de la vida en las que debes trabajar para alcanzar una vida de dicha.
• Los 4 niveles de conciencia y cómo acceder al más elevado para resolver tus conflictos sin esfuerzo.

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¿Qué es el EGO?

Etimológicamente “ego” significa “yo”. A día de hoy al “ego” lo definimos como el falso Yo.

El Ego es la falsa identidad que te creas para adaptarte al entorno social en el que creces y vas a vivir. Es aquella identidad a la que acudes cuando no sabes quién eres.

En cada uno de nosotros reside una unidad de conciencia que utiliza a su propio ego para sentir la separación de los demás: te enseñará a convertirte en un ser egoico, yoísta, egocéntrico.

Te hará sentir en soledad, aislado, diferente del resto, te hará ver que ellos son los otros, que entre tú y «ellos» hay separación y muchas diferencias. Es decir, el ego te separa del resto de las personas.

En unos casos te hará creer que eres mejor y en otros peor; siempre te está comparando. Te hará creer algunas veces que ellos llevan razón o que eres tú quien posee la verdad absoluta. Pero pondrá grandes dificultades para que encontréis la verdad juntos, porque para eso ha nacido tu ego.

El ego quiere que experimentes la separación y no quiere que accedas a tu inmensidad y grandeza, porqué en ese lugar no hay espacio para él. En el espacio de grandeza y inmensidad de la humanidad sólo hay AMOR, y como verás más adelante el Ego quiere alejarnos completamente de él, porqué en él no puede sentirse ni reconocido ni especial.

 

Los problemas del Ego

Antes de entrar en los dos tipos de Ego, es necesario explicar brevemente sus adicciones. Ambas están presentes en los dos tipos pero se manifiestan de modos distintas.

1. Es adicto al reconocimiento. Lo busca incesantemente de forma consciente o inconsciente.
Está buscando incesantemente que le miren, que le escuche y que le vean. Es la manera en la que se considera aceptado o querido.

2. Es adicto a la culpabilidad. Necesita culpar a alguien o a ti mismo.
Está todo el rato comparando y haciéndote creer que eres diferente. Considera que aquello que te separa de los demás es una virtud o un defecto. Esto conlleva al sufrimiento, y el ego te hace buscar un culpable para condenar por el sufrimiento que sientes.

 

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Tipos de Egos

Existen dos grandes grupos o tipos de egos: ego por exceso y ego por defecto. Independientemente de su comportamiento, sino están dominados, ejercerán su poder sobre el individuo de tal manera que se convierten en grandes manipuladores del ser.

Por un lado está el ego por exceso, que se manifiesta a través de comportamientos como la arrogancia, la soberbia, la prepotencia o el autoritarismo. Es un ego fácil de reconocer e identificar entre las personas que hay a tu alrededor. Por otro lado el ego por defecto. Este se manifiesta con comportamientos de apatía, aburrimiento, pasividad, pusilanimidad o inacción, llegando incluso a la depresión.

Es muy posible que te identifiques claramente con uno de los dos tipos de esta falsa identidad, pero también puede que tengas un Ego con un tipo de personas, y con otros otro muy distinto. Esto es normal, porque el ego trata de adaptarse al entorno modificando completamente su energía, actitudes, creencias y comportamientos, dependiendo de cómo y en qué medida se sienta amenazado.

 

 

El ego por exceso

Ambos tipos de Egos son igual de poderosos e igual de manipuladores, aunque el ego más fácil de reconocer en la vida cotidiana es el ego por exceso. ¿Quién no tiene un amigo prepotente, chulesco, súper seguro de sí mismo, que parece tenerlo todo bajo control y ser el más feliz del mundo?

Es fácil de identificar y de reconocer en nuestro entorno, sobre todo porque es muy visible y se manifiesta exponiéndose ante los demás en su búsqueda constante de reconocimiento. Este ego necesita mostrarse, que le vean, que le reconozcan, que se le mire y se le valore constantemente. Necesita demostrar que puede con todo, que siempre encontrará lo que necesita porque está capacitado para ello.

Es un ego que nace del sufrimiento por no sentirse reconocido en algún momento de la infancia. La manera de encontrar el reconocimiento fue sorprendiendo a los demás con sus hazañas, poder, ideas, invenciones, valentía… De esta manera, encontró el reconocimiento del exterior y le hizo forjarse una identidad en la que ante las dificultades sabía apañárselas para seguir siendo importante.

Este tipo de falsa identidad se reconoce fácilmente por su arrogancia, prepotencia, vanidad, soberbia, etc., y busca incesantemente el reconocimiento en los demás con un cierto poso de exceso de seguridad aparentemente real.

Doctor House es un claro ejemplo de ego por exceso. Se mueve desde la arrogancia y la prepotencia intelectual: se cree mejor que los demás y lo demuestra con sus acciones y con sus palabras.

 

 

El Ego Espiritual

Dentro del ego por exceso aparece por sorpresa un caso particular llamado Ego espiritual. Éste nos lleva a creer que una vez más somos diferentes, que estamos por encima de otros cuando hacemos un trabajo de evolución conciencial.

Es muy peligroso para el propio proceso evolutivo de la persona permitir que esta falsa identidad asuma el liderazgo del proceso de evolución. Adoptará una actitud condescendiente y amorosa con las personas que están en su mismo movimiento de cambio, pero será intransigente y exclusiva con aquellos que deciden no evolucionar a la misma velocidad.

 

Que significa “Tener el ego muy alto” o “Tener el ego muy grande”

«Tener el ego muy alto» o «tener el ego muy grande» son expresiones comunes que se utilizan para designar comúnmente a una persona con exceso de Ego.

 

 

El ego por defecto

Este tipo de falso Yo proyecta una energía de debilidad, vulnerabilidad, apatía, pasividad, aburrimiento y casi pusilanimidad frente a los demás. Se siente cómodo desde el servilismo, dejando que otros tomen la iniciativa y dirijan el cotarro.

Este tipo de identidad se manifiesta con comportamientos donde se llega incluso a la depresión, cuando no se encuentran soluciones para resolver los grandes conflictos a los que se enfrenta. Cuando no se encuentran soluciones y se cronifica la depresión, el Ego comienza a apoderarse de la circunstancia a través de una necesidad de reconocimiento desde el sufrimiento y el dolor, vinculándolos erradamente al amor desde la tristeza y no desde la alegría.

En este ego hay una gran sensación de invalidación, de incapacidad, de impotencia, de falta de identidad y valoración por uno mismo y por el resto. Es el que te lleva al «pobre de mí», al Calimero de los años 70 en la TV; al pobre Igor, el amigo del famoso Tiger, que piensa que todo va a salir mal. A la pérdida completa de esperanza para resolver su gran conflicto.

Emilio, de Aquí no hay quién viva, es un ejemplo de Ego por defecto. Su papel se basa en el victimismo, y se relaciona haciendo pena a los demás. Se mueve desde la queja y no hace nada para defenderse o cambiar lo que no le gusta. No se valora a sí mismo ni al resto, es pasivo y vive en la apatía.

 

 

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¿Por qué tenemos Ego?

El ego tiene una función realmente importante para el proceso de iluminación. Nos desconecta de nuestra sabiduría álmica y nos permite olvidar quienes somos en esencia, para qué estamos aquí, qué tenemos que aprender y hacia dónde vamos.

De esta manera podremos realizar el camino, el viaje de la vida sin la influencia consciente de toda la sabiduría que acumulamos a través de infinitas experiencias de vida que hay en cada uno de nosotros, como almas o unidad de conciencia que somos.

Gracias a esta separación, podemos evolucionar en nuestro proceso de iluminación y conciencial a través del espejo y la sombra que el universo nos pone delante para que podamos vernos, observarnos y sentirnos. El ego es necesario para la conexión espíritu-mente-emoción-cuerpo, ya que compone nuestra personalidad y nos da una característica individual única.

 

El Orígen del Ego

El ego nace para que puedas adaptarte a un entorno social en el que necesitas encajar. La adaptación parte de la necesidad y de la escasez de recursos, ya sean físicos, emocionales o intelectuales.

Esto ocurre en el momento de nacer, cuando nos desconectamos del cordón umbilical y comenzamos a experimentar que somos una identidad separada de mamá. En este instante comenzamos a observar que nuestro comportamiento provoca una reacción en mamá y nos damos cuenta que ella reacciona a nosotros con sus gestos, carantoñas, caricias y palabras.

La separación de mamá es un indicador claro para el inconsciente de que el alimento no es gratuito o inagotable. El bebé empieza a sentir que aquello que recibía gratuita y generosamente comienza a escasear y aquí es dónde aparece el ego.

 

¿El Ego es malo?

El Ego no es ni bueno ni malo, sino necesario en la vida de cada uno.

El ego nos hace creer que el mundo es un lugar pequeño, con recursos escasos y oportunidades limitadas. Nos hace pensar que tan solo aquellos que tienen alguna gran habilidad, mucha formación, una carrera, un máster, un doctorado y una capacidad extraordinaria o un don para hablar idiomas pueden acceder a la abundancia. Pues bien, todo esto es mentira. Tu ego no tiene ni idea de lo que tú eres capaz de hacer.

El ego tiene una perspectiva muy limitada del mundo, ya que se restringe exclusivamente a lo que ha experimentado. Nunca te va a hablar de proveerte de lo que no está a su alcance, porque para eso es el ego. Solamente accede a lo conocido, a lo que cree posible en base a lo que puede demostrarse que funciona.

Por eso trata de hacerte creer que lleva razón, que tú le necesitas y que él te proveerá de todo lo que puedas necesitar para sobrevivir, pero a la vez te seguirá dando migajas de aquello que tanto deseas para que no puedas liberarte de él.

 

¿Tenemos que eliminar al Ego?

Para aquellos que están dormidos el ego es su única verdad. Para aquellos que saben qué es el ego y como controlarlo pueden observarlo hasta dominarlo.

Sin embargo, no podemos eliminarlo al 100%, pues forma parte de nuestra naturaleza interior. Lo que si podemos hacer, como he dicho anteriormente es detectarlo, controlarlo y domarlo para que no sea él quien controle nuestra vida.

Yo decidí abandonar una carrera profesional exitosa. Estaba bien valorado, reconocido y recompensado, aunque no me sentía realizado. Vivía en una cárcel de barrotes de oro donde no era feliz, no sentía libertad y nada tenía sentido más allá del dinero y la valoración exterior. Sin embargo, pagaba mis facturas, mis vacaciones, me permitía ahorrar para disfrutar de algunos viajes y poco más.

Era altamente considerado por personas que no me transmitían afecto ni cariño. Mi ego se sentía un campeón… pero yo me sentía frustrado, decepcionado conmigo mismo y a la vez plenamente triste por no saber como resolver este conflicto interior. Hasta que lo detecté, lo dominé, y me puse al servicio con mis mayores talentos y dones.

¿Quieres escuchar un poco más de mi historia? Aquí la tienes:

 

¿Existe el EGO positivo?

El ego además de necesario, es inevitable y a la vez positivo para la experiencia humana. Ahora bien, lo que no es positivo es el egocentrismo en el que nos hace vivir.

Cuanto más dominado estés por tu Ego mayor será tu anestesia y tu desconexión. Tus resultados serán siempre fruto de esfuerzo, sacrificio y verás el mundo lleno de escasez. El ego te hará entender que para sobrevivir, tienes que hacer aquello que no deseas, aquello que no te queda más remedio. 

Sin embargo, saber que es el ego y cómo controlarlo es la clave para aventurarte a una nueva vida. Una nueva vida llena de gozo, dicha, bienestar, plenitud y abundancia, lejos del sacrificio y escasez que el ego nos ha hecho creer que vivimos o debemos vivir. ¿Qué vida eliges vivir?

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Efectos del Ego

 

Efectos del Ego en la Salud

Ya hemos visto que el ego nos aleja de nuestro ser y de nuestra sabiduría interna. También lo hace a través de nuestro cuerpo y salud, haciéndonos creer que los problemas, las somatizaciones, y las enfermedades son algo externo.

Cuando sentimos algo que nos abruma, nos altera, nos estresa tenemos un claro indicador que nuestro Ego está sintiendo una amenaza externa.

De esta manera en el cuerpo se van materializando los conflictos que en nuestra mente no somos capaces de resolver y se expanden por todo nuestro interior, somatizándose en dolores y/o síntomas.

El ego siempre nos hará pensar que el origen de este dolor o síntoma es algo externo. Nos hará decir “Sí, tengo un catarro porque ayer pasé frío” o “Sí, me duele la espalda por una mala posición en el coche…”

Si descodificamos nuestras enfermedades veremos que la mayoría provienen de un impacto emocional no resuelto en nuestro interior y nuestro cuerpo es tan sabio que nos lo muestra y somatiza para que lo resolvamos y nos liberemos.

 

 

El Ego y el Amor: una relación imposible

El amor es la ausencia absoluta de miedo; un estado de consciencia plena, dónde aceptas la vida tal y como es. No cuestionas los acontecimientos, no es necesario luchar por nada. Todo lo que es, simplemente es. Todo lo que te hace sufrir es una percepción errada de una realidad que tu ego quiere mostrarte para separarte de la unidad. Te conviertes en un co-creador de la realidad y la construyes a tu criterio.

El amor es un estado de absoluta coherencia entre lo que piensas, lo que sientes, lo que dices y lo que haces. Vibras en un estado donde no esperas ningún resultado, todo lo que ocurre en tu vida está siendo creado por ti y si no te gusta es porque algo no hiciste bien. Ya no culpas al Gobierno, a los empresarios, a los políticos, a tu esposo o a tus suegros. No hay juicio y por tanto no juzgas nada, sino que lo aceptas tal y como es: acogiéndolo con amor.

No hay nada que pueda ofenderte porque no hay nada que sea ajeno a ti. Todo lo que hay en el exterior es parte de tu interior, no juzgas a tus hermanos porque ellos solo están para mostrarte lo que no has superado.

No juzgas al que circula a alta velocidad porque tú también lo has hecho alguna vez, no culpas al que roba porque, en el fondo, alguna vez tú también lo hiciste aunque nadie te viera. Tampoco juzgas al violador, porque en el fondo tú alguna vez abusaste de tu poder, ya fuera físico o intelectual, para obtener algo de alguien sin su consentimiento. No somos ajenos a lo externo, somos parte de ello.

El juicio aparecerá como una estrategia del ego para hacerte pensar que tú no eres como los demás, sin embargo todos somos lo mismo y buscamos lo mismo: AMOR.

 

 

Efecto del ego en la autoestima

El Ego siempre intentará alejarte del amor, ya sea el amor propio o amor hacia los demás a través de la comparación.

El ego te mostrará constantemente que hay alguien mejor o peor que tú. Te pondrá un ideal para que puedas competir contigo mismo, te mostrará que con esfuerzo y dedicación podrás competir por estar entre los mejores o los más grandes. Te llevará a compararte en el espejo: con tus amigas y con la ropa que llevan tus amigas; con el coche que conduces y el que conduce tu vecino; con la manera de ser de tu mujer y la sencillez o manipulación de tu maravillosa suegra. Así, hasta el infinito.

Esto te llevará a estar constantemente luchando por ser alguien que no eres. Te compararás y sufrirás, o tendrás envidia por tener algo que los otros tienen y tu no. El Ego tiene la necesidad de que le valoren o le aprueben y te alejará del amor incondicional, haciéndote ver que eres mejor o peor que los demás; alejándote del amor propio.

Alimenta tu amor propio, evita la comparación y mírate con los mismos ojos que un niño pequeño mira a su mamá: con ojos llenos de amor.

 

El Ego y el alma

Para una gran parte de la humanidad, aproximadamente un 90% de los seres humanos, el hombre como especie tiene alguna vinculación con algún tipo de entidad superior, de fuerza universal, una divinidad o un Dios que ha creado nuestra realidad.

Hay una vieja creencia de que somos seres físicos viviendo ocasionalmente experiencias místicas o espirituales. Para mi objetivamente, aunque no puedo dar respuesta a muchas de las experiencias que he vivido, somos seres espirituales viviendo una experiencia en el campo físico.

Todo lo que aparece ante nosotros es fruto de una realidad interior que está por ser descubierta. Por esta razón con gran facilidad juzgamos aquello que nos desagrada, no nos gusta o detestamos. A la vez, seguirá apareciendo ante nosotros hasta que cambiemos nuestra percepción, lo perdonemos y lo integremos en nosotros.

El desapego del Ego es lo que llamamos el gran camino a la iluminación. Puede sonar algo muy grande para algunos pero no es más que la renuncia al Ego, el desasir. El abandono de cualquier necesidad de lo físico o lo emocional.

El Alma nos acompaña por tiempo indefinido mientras que el cuerpo estará por un tiempo delimitado para que podamos transitar una y otra vez por experiencias que nos permitan acceder a ese estado de iluminación en el que todo es perfecto, todo es amor, que es el hogar del cual venimos todos y que estamos tratando de encontrar en el plano físico también.

Este lugar es donde el ego pierde toda su fuerza, motivo por el que te hará creer que este espacio no existe y te hará pensar que todo en vida es sufrimiento.

 

 

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¿Por qué es importante controlar el EGO?

Si no sabemos que es el ego y cómo controlarlo puede llegar a dominar todos nuestros pensamientos, acciones, decisiones y reacciones.

Pongamos un ejemplo para mostrarlo. Si una persona lleva mucho tiempo queriendo emprender su proyecto pero tiene un ego por defecto muy dominante, pensará que no es suficientemente bueno o buena, que no podrá ganar dinero. Se preguntará quién le pagará por sus servicios, etc…

Todos estos pensamientos provienen del ego por defecto. Si esta persona se deja llevar por ellos, probablemente nunca encuentre el momento de emprender y llevar a cabo su sueño, y su ego estará controlando la situación.

Cuando nos dejamos llevar por el miedo el ego nos está dominando, y si nos dejamos dominar por el ego, estamos muy lejos de ser libres y hacer lo que realmente deseamos.

Todos llevamos arraigamos patrones de comportamiento, pero cuando confiamos, nos movemos desde el amor incondicional sin expectativas, con objetivos claros a la vez que fluimos con los retos que nos vamos encontrando, nos movemos desde nuestro SER más profundo dejando a un lado al Ego.

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El Ego y el Ser: Como llegar a la verdadera ESENCIA

Debajo de todas las capas del ego encontramos nuestra esencia, nuestro ser superior. Tras mi experiencia, la mejor manera de llegar a él a través de un profundo trabajo interior y un buen acompañamiento.

Durante años, como la inmensa mayoría de personas que habitan este planeta, estuve sometido a mi ego. Esto me llevó a pensar y a actuar de un modo en el que actualmente no me reconozco. Antes de trabajar como Coach tenía un muy buen trabajo en el que dirigía un equipo de 11 personas como Director Comercial para España y Portugal. Durante esos años, trabajé y dirigí mi equipo con éxito para la empresa, desde un ego por exceso y movido por el miedo.

Después de sentirme insatisfecho, infeliz y siempre con miedo a perder mi trabajo, abandoné mi carrera profesional y me dediqué a estudiar esa parte de la mente que es el EGO. Indagué en mi propio Ego para conocerlo.

Hoy, 10 años después, me dedico plenamente a que mis clientes descubran su ego, le pongan nombre, y lo domen para que él no domine ni limite sus vidas y consigan crear su nueva Realidad. Si tú también quieres iniciar este proceso, te invito a que te inscribas a mi Masterclass en línea «Reconstrúyete tras una gran crisis». En ella te compartiré:

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