Como sabes, mi gran propósito es guiarte a brillar para iluminar tu propio camino y el de tus seguidores, tus colaboradores y seres más queridos.
Este post traerá polémica e incluso incomodará a algunos, pero también por el contrario, puede despertar en muchos la consciencia y comprender mucho de lo que hay dentro de nuestra propia madriguera.
Como sé de tu poder de comprensión porque llevas tiempo trabajando tu liderazgo interior no tengo duda que sabrás sacarle un gran partido a este texto.
Escribo algo tan íntimo porque quiero mostrarte mi último campo de investigación en relación al verdadero propósito de la vida, encontrar la manera de liberarte del PROGRAMA que te lleva al juicio, pero claro tu propio EGO no te deja verlo así, él está para despistarte.
Te recomiendo investigarlo porque la ignorancia es un gran enemigo para el proceso de evolución que todos buscamos consciente o inconscientemente en nuestra vida.
Hoy te hablo del perdón, de eliminar el juicio y la culpabilidad que el EGO trata de buscar incesantemente en los demás para salvaguardar su propio juicio y su debilidad, para ocultar su sombra. Cualidades que ni la religión ha sabido enseñar con claridad ya que en la culpabilidad solo puede haber EGO y Juicio, no puede estar presente DIOS.
Siempre me he preguntado cómo es posible que uno sea culpable de algo si dicen que Dios siempre nos ama a todos, incluso a los que realizan las fechorías más detestables. Realmente no lo entendía hasta ahora.
Puedo, sin ningún miedo a equivocarme asegurar, que cada día de nuestra vida prejuzgamos, juzgamos, criticamos e incluso podemos llegar a condenar a alguien. Lo hacemos inconscientemente, incluso con las personas que viven a nuestro alrededor, aquéllas a quienes más queremos y a quien más daño podemos llegar a hacer, por cierto.
Algunos recurren a Dios para pedir perdón cuando se descubren a si mismas juzgando pero al día siguiente vuelven a repetir el mismo acto de injusticia hacia los demás con lo que queda claro que no han aprendido nada.
Recuerdo en algún tiempo pasado sentir la fuerza de un juicio hacia mi en mi propio cuerpo y puedo asegurar que mi energía calló al 20%. Fue algo impresionante.
La clave de aquel juicio no fue el acto en si, sino la percepción que una persona tuvo acerca de una decisión mía. Por tanto lo que provocó aquel desagradable juicio no fue lo que ocurrió sino la percepción que una persona tuvo acerca de lo que yo hice.
Cuando culpamos o condenamos a alguien lo que estamos haciendo es proyectar una percepción a través de nuestra intención. Un simple pensamiento provoca un sentimiento y una emoción y esto en definitiva es energía e información. Pero la clave de todo esto, el fondo de la cuestión, lo que realmente hacemos es juzgar a través del otro algo de nosotros mismos. Este es el gran reto, el verdadero desafío, perdonarnos a nosotros mismos cuando emitimos un juicio.
Lamentablemente el EGO ha hallado la mejor manera de sacar fuera de si lo que el no se atreve a ver de sí mismo. El nos protege para que no veamos lo que hay en nuestro interior. Por esta razón te hace ver antes la paja en el ojo ajeno que la viga en el tuyo propio.
La repercusión que este desajuste entre tu EGO y Tu Yo interior es la causa del gran sufrimiento y el gran dilema del ser humano. La causa principal de la separación entre la fuente de abundancia y tu propio éxito.
El juicio y la culpabilidad es el arma secreta que el EGO tiene para compararte y separarte de tus hermanos, por esta razón con su voz crítica es capaz de aislarte y alejarte de quienes más quieres.
De alguna manera debemos ser conscientes que juzgamos inconscientemente y culpamos a nuestro prójimo por lo que es, lo que hace, lo que tiene o no tiene, lo que debería hacer y no hace. Tomando consciencia del juicio que emitimos y liberándonos de él podrémos sanar nuestro alma y trascender todo aquello que nos provoca un profundo dolor.
Hoy en el fondo me escribo a mis mismo para aprender a trascender todo esto ya que la mejor manera de aplicármelo es enseñándolo. Pincha aquí: https://www.mentepoderosa.es/programas/la-magia-de-trascender/
Pax. Desde el dolor que provoca alguna de las cosas que dices (a mi EGO) puedo decir conscientemente que te perdono, te libero de mis juicios sobre ti y de esa energía (o mal rollo) que puedes provocar como aprendiz de sincerizida. Estoy en el proceso de dejar de juzgar conscientemente y de estar atento a que no se me cuele inconscientemente. Vamos, que con tu permiso, es decir con el mío, voy a dejar de opinar jodiéndome y sí a felicitarme por ver mi personaje y atreverme, <>, a decir que le quiero, que bastante ha hecho por mí y que ahora dejo el «pre» para analizar el «post». GRACIAS
Gracias a ti Miguel Angel por el valioso comentario.